domingo, 30 de junio de 2013

SAVAGES- Silence Yourself. Una crítica.



Tras un diálogo inicial, sacado de Opening Night de John Casavettes, empieza a sonar un bajo grave, profundo y penetrante que nos traslada a un espacio temporal indefinido entre 1980 y 1981, concretamente en una cavernosa, oscura y abarrotada sala de conciertos de Londres, la canción que suena es Shup Up, por la voz diría que canta Siouxsie. y por la manera en que suena el grupo posiblemente lo sean.

La batería monolítica que da inicio a la segunda canción hace que todo el público esté moviendo los pies al compás. Cierro los ojos guiándome por el sonido de la voz de la cantante, mientras me sumo al baile espasmódico practicado en las primeras filas, volviéndonos todos locos con los I am Here finales (que dan título a la canción), provocando el primer pogo del concierto, que dicho sea me desplaza varios metros hacia el centro enfrente mismo del escenario.

En City’s Full las guitarras toman un mayor protagonismo provocando la continuación del pogo y la locura entre todos los asistentes, aprovecho para tener los ojos bien abiertos y ver que el negro es el color predominante y que los pelos cardados no son excepción. Empiezo a dudar de si podré aguantar tanta intensidad si siguen a este ritmo.

Con Strife empiezan a reverberar, distorsionar y acoplar las guitarras en un efecto deseado, viniéndome Sonic Youth a la cabeza.  Cuando Beth, -la cantante- empieza a cantar, casi chillando, el bajo ya es el amo de la situación provocando que todos estemos ladeando las cabezas sin parar mientras sigue dando una exhibición vocal. Al acabar estamos todos excitados aullando y aplaudiendo. El grupo sigue con Waiting for the Sun, canción que se inicia lenta y pausada y mientras seguimos hipnóticamente con la mirada a Beth las guitarras empiezan a subir y subir llevándonos a un crescendo fabuloso que termina repentinamente y entonces todo el grupo hace chirriar sus instrumentos llevándonos a una catarsis al ritmo de una pesada guitarra agonizante con la que termina la canción.

Cinco canciones, varios pogos, hipnosis colectiva, corazones acelerados ¡esto se merece una cerveza!. Me acerco a la barra mientras suena Dead Nature, un instrumental ralentizado, tétrico y amenazante que me sirve para llegar a la barra y, posteriormente, volver a mi sitio a pesar de la reinante oscuridad y la gran cantidad de gente que se agolpa en la parte delantera de la sala. El momento de calma y pausa salta por los aires al empezar a sonar una guitarra atronadora seguida por un ritmo marcial de batería y la cadencia trotona del bajo. Siguiendo el frenético ritmo de la misma las primeras filas volvemos a estar en ebullición (se trata de She Will, uno de los temas más esperados), levantando todos el puño con el She Will del final, momento en que el imbécil de mi lado me pone perdido de cerveza...

Me giro para no decirle nada justo cuando empieza a sonar una guitarra malsana – que me recuerda a los Bauhaus...- pero cuando aún no he acabado de identificar este pensamiento el pogo que se acaba de formar se me lleva otra vez por delante. Todos a dar vueltas al ritmo de esta fantástica canción, No Face. Incluso estoy oyendo un riff de U2 (pero de cuando los irlandeses eran un grupo creíble y no los de las últimas décadas). El último minuto de la canción con los músicos aporreando sus instrumentos a toda velocidad mientras la cantante se retuerce sobre el micro es sencillamente impresionante. Y siguen acelerando al empezar Hit Me y ahora definitivamente se han convertido en los Bauhaus en su vena más punk. Ahora mismo la sala es un auténtico hervidero con todo el público saltando y coreando sin parar.

Sin dar tregua vuelve el bajo juguetón que da inicio a Husbands secundada por la contundencia de la batería y la guitarra que va danzando sobre la canción. Cuando la cantante empieza a repetir Husbands Husbands Husbands es mi momento y accidentalmente derramo el vaso de cerveza encima del atontado que anteriormente me había duchado y así con la adrenalina en su nivel máximo (Husbands posiblemente sea su mejor canción) y el público totalmente entregado se apagan todas las luces del escenario y después de unos segundos escasos de ovación y gritos por parte del público, empieza a sonar Marshall Dear, un medio tiempo sosegado y contenido donde las guitarras toman protagonismo pero solo en la parte central. La voz quejumbrosa de la cantante junto con un saxofón que ha aparecido de la nada nos guían hacia el final de la canción y del concierto. A la vez que la canción agoniza se van encendiendo progresivamente las luces y miramos a nuestro alrededor y podemos ver nuestras facciones sudorosas y extasiadas.

Pues aunque esta sea la impresión al escuchar el disco, lo cierto es que este disco, Silence Yourself, es el debut recién publicado de 4 chicas londinenses que se hacen llamar Savages y al oírlo nos viene a la mente referentes como Bauhaus, Joy Divison y por encima de todo, Siouxie and the Banshees, debido al similar timbre de voz de la cantante. La cantante canta y chilla con actitud y buena voz, la sección rítmica es contundente y omnipresente y las guitarras oscilan entre la delicadeza o el ser absolutamente chirriantes.

Silence Yourself tiene 4 o 5 canciones absolutamente rompedoras: I am here, City’s full, She Will, Face Me, Husbands (la joya de la corona) y no sobra absolutamente nada en él.

Otro disco que podemos enclavar dentro de la corriente revival post punk o after punk sumándose a los nombres de Holograms, Toy, Cold Cave, Girls Names, Diiv, Soft Moon y similares, posiblemente encabezando el grupo junto a los últimos mencionados. De todas maneras aunque sus referentes sean tan claros, Savages tienen personalidad propia convirtiendo este Silence Yourself en un disco realmente disfrutable.

SAVAGES - SHUT UP

SAVAGES - SHE WILL

SAVAGES - HUSBANDS



SAVAGES en Spotify



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