jueves, 10 de agosto de 2017

Cosmen Adelaida- Dos caballos. Una crítica


Dos caballos es el tercer disco de Cosmen Adelaida, tres años después del espléndido La Foto Fantasma. Para continuar afirmando su carrera contaron con Paco Loco para la producción del nuevo trabajo, de nuevo editado por El Genio Equivocado y con diseño de Elisa Pérez, batería del grupo y quien realiza la parte gráfica del grupo. Por cierto, tanto ella como el bajista Luís Fernández abandonaron poco después siendo sustituidos por Sean Lynam y Marcos Domínguez –quien fuese primer bajista de Cosmen-, que todo sea dicho defienden perfectamente el repertorio en directo.

En Dos caballos encontramos efervescentes canciones de enganche inmediato como las dos iniciales Contra la Pared, en la que destacan los coros y unos esplendorosos sintezadores, y Hermanos Wright, un precioso homenaje -hecho canción de explosivo estribillo- a los pioneros de la aviación, de los que en la letra se sirven como metáfora del no tener miedo a probar cosas nuevas. Temas de pop anfetamínico y urgente como Huida y la muy contagiosa Parque Jurásico. El Final podría ser cara B del referencial Seventeen Seconds de The Cure por sus atmosféricos teclados y su robusto bajo. Trabajados y efectivos ejercicios guitarreros como 2CV y Mastín. Experimentos de aire folkie como la postrera Ibizca, en uno de los temas más ralentizados del grupo. La desencantada El Futuro con una letra, enmarcada en teclados ochenteros, que regala prendas como “te he visto de lejos, ni siquiera en sueños llegamos a hablar”. Para el final me reservo Piranesi, llena de detalles que se van desgranando a través de un preciso bajo conductor y que con las escuchas se convierte en la mejor del disco.

Cosmen Adelaida se manejan perfectamente en territorio pop-rock, con un sonido delimitado por las afiladas guitarras de Javi y Nacho, excelentemente secundadas por un bajo musculoso y una contundente y precisa batería. Para redondear el conjunto, la colaboración de Betacam a los sintetizadores enaltece y expande las canciones. Por todo esto se citan referencias en su música a Echo & The Bunnymen, The Mighty Lemon Drops e incluso The Chameleons o Gang of Four. En Dos caballos, la producción de Paco Loco homogeneiza su sonido, dándole un baño de de opacidad a sus canciones y dotándolas de más capas y una mayor textura, logrando un sonido más denso en varios de sus temas pero sin renunciar a su espíritu pop aunque en algún momento queden demasiado desprotegidas, demasiado al descubierto, las voces, el punto más flojo de Cosmen Adelaida, hecho éste que se compensa con temas vertiginosos de poderosa instrumentación, ofreciendo diez canciones en tan solo veintiocho minutos.


En la parte lírica, los madrileños siguen plasmando imágenes del pasado y las dudas sobre los caminos tomados, o siendo más precisos, los no tomados y el qué pudo haber sido de... Deseos incumplidos, promesas por hacer y un poso de cierto hartazgo y desencanto aunque dejan espacio para algún atisbo de esperanza especialmente reflejado en Hermanos Wright, incitando a probar cosas nuevas sin tener miedo a ello.

Dos caballos es otro gran disco en la carrera de Cosmen Adelaida, a la altura del anterior La Foto Fantasma, y que afianza tanto la carrera como la postura del grupo, al seguir sin hacer concesiones en su trabajado sonido. Tanto su actitud como la de otros grupos con los que se alinean, ofrecen una alternativa a la postura reiterativa y acomodatícia de muchas de las bandas cabeceras del indie español, que no dudan en repetir el mismo disco con una serie de clones siguiendo su estela.
 
 HERMANOS WRIGHT

CONTRA LA PARED

 PIRANESI

Dos caballos en Spoti


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